Drama sensiblero de lo mejorcito del género. El quizá exagerado Oscar a la mejor película en 1979 lo refleja. No creo, ni de lejos, que supere en calidad a la coetánea Apocalypse Now, pero sí es cierto que trata el tema de una manera muy suspicaz y eficiente de cara al público, que llega a empatizar bastante con el personaje de Dustin Hoffman. Meryl Streep, para mi gusto, sublime. Todo un cóctel que la convierte en una gran opción para ver un domingo lluvioso por la tarde. Un 7'5.
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